Ubicado en la pintoresca Bahía de Banderas, el Muelle de Playa Los Muertos, también conocido como El Mirador, se erige como un ícono arquitectónico y punto de partida para explorar las maravillas del Pacífico mexicano. Con una impresionante área de construcción de 665 metros cuadrados, este muelle fusiona funcionalidad y estética en una experiencia única.

El muelle se presenta como una obra maestra de ingeniería, integrando un andador peatonal elevado sobre pilotes que se extiende hacia el mar, conectando con una plazoleta circular. En el centro de esta plaza, se alza majestuosamente una estructura metálica que evoca la forma de una vela, añadiendo un toque artístico y distintivo al paisaje costero.

La versatilidad del Muelle de Playa Los Muertos va más allá de su espléndida arquitectura. Desde este punto estratégico, los visitantes tienen la oportunidad de embarcarse en emocionantes travesías hacia algunas de las playas más fascinantes de la Bahía de Banderas. Puedes contratar un barco, una panga o incluso un taxi acuático para explorar destinos paradisíacos como Las Ánimas, Mismaloya, Quimixto y Yelapa, entre otros.

El Muelle de Playa Los Muertos se convierte así en el punto de partida ideal para aventuras acuáticas, ofreciendo la posibilidad de descubrir la belleza natural y la rica cultura de la región. Las aguas cristalinas y las playas de ensueño se encuentran a tu alcance, esperando a ser exploradas desde este enclave excepcional.

Además, la historia del muelle añade un toque cinematográfico a su encanto. Se dice que este primer muelle fue construido para facilitar la filmación de la película "La Noche de la Iguana" del director John Huston. La necesidad de transportar equipo de filmación de manera eficiente impulsó la creación de esta infraestructura, convirtiéndola en un testimonio vivo de la conexión entre la industria del cine y la belleza natural de la región.

En resumen, el Muelle de Playa Los Muertos no solo es un punto de partida para explorar las maravillas del océano, sino también una joya arquitectónica que enriquece la experiencia costera de aquellos que lo visitan. Desde su andador peatonal hasta su estructura metálica única, este muelle es mucho más que un simple punto de embarque; es un destino en sí mismo que ofrece una vista privilegiada de la Bahía de Banderas y todas las maravillas que la rodean.